Sir Winston Churchill dijo una vez, 'nosotros damos forma a nuestros edificios, luego ellos nos dan forma a nosotros'. Es una declaración quizás escrita teniendo en mente al Old War Office.

De pie con orgullo en Whitehall, junto a la gran ruta ceremonial de Londres, este es un edificio que dio forma no solo a una nación, sino al mundo.

Detrás de la arquitectura barroca eduardiana y las ornamentadas fachadas de piedra de Portland se encuentra un lugar donde grandes estadistas, mentes brillantes y estrategas tomaron decisiones que alteraron el curso de la historia humana.

Y ahora, hoy, encontramos un nuevo cambio. No por las acciones nacidas de sus grandes salones de alabastro, sino por el propio edificio. En pocas palabras, ahora se convierte en The OWO. Un lugar digno de quienes adornaron su grandeza en épocas anteriores. Con una elegancia, tranquilidad y seguridad inigualables, dará lugar a una colección de viviendas sin igual: The OWO Residences by Raffles.

Sus salas sagradas albergarán cenas, bares y experiencias de clase mundial, junto con el primer Raffles Hotel de Londres. Un lugar lleno de vida y mucha alegría, hogar solo de unos pocos elegidos. Un merecido homenaje a su extraordinaria historia.