Villa Divisa se encuentra cerca del centro histórico de Caltagirone, un área de la ciudad metropolitana de Catania que refleja el encanto cultural y artístico del período barroco del siglo XVIII. El rasgo distintivo de este lugar, que es patrimonio de la UNESCO desde 2002, son las coloridas cerámicas que adornan las áreas públicas, ofreciendo a sus huéspedes una gran diversidad de estilos.

La propiedad del siglo XIX, típica de la aristocracia siciliana, cubre unas 2 hectáreas de terreno y cuenta con una majestuosa villa principal, un anexo y un exuberante jardín italiano. La villa principal se distribuye en tres niveles y también cuenta con un pequeño entrepiso de servicio. El aspecto común a todas las zonas de la villa es la luminosidad de la que goza, gracias a sus balcones y característicos ventanales.
La gran puerta antigua de la planta baja da acceso a la zona que originalmente se utilizaba como aparcamiento de coches, y que hoy alberga un gran vestíbulo desde el que se accede al resto de estancias. El primer piso alberga el Salón de Celebraciones, una gran sala triple con paredes y techos finamente decorados, así como pisos con detalles de mayólica de época. En la segunda planta encontramos la cocina, el comedor y otras estancias home office, dormitorios y baños.

Detrás de la villa hay un magnífico jardín, realzado por plantas ornamentales y una fuente monumental. A lo largo de una larga avenida arbolada, entre restos de antiguas columnas, existe un área originalmente dedicada al refrigerio, con mesa y bancos de piedra.
El anexo, que una vez constituyó las viviendas del personal de servicio, ahora lo utiliza el guardián de la villa y necesita ser completamente renovado.